Sputnik-V: ¿Por qué las segundas dosis están demorando?

Uno de los grandes cuestionamientos hacia el gobierno nacional acerca del plan de vacunación es por la no inoculación de segundas dosis contra el COVID-19, principalmente de la vacuna Sputnik V. De las 9.200.324 de personas vacunadas hasta el momento, 7.773.189 recibieron la primera dosis y apenas 1.427.735 fueron inoculadas con ambas.

Si bien una sola aplicación es suficiente para reducir la circulación del coronavirus entre los habitantes, la promesa de reforzar la salud de los ciudadanos con dos vacunas para cada uno generó un caldo de cultivo para las críticas a la gestión de Alberto Fernández ahora que la misma está siendo parcialmente incumplida.

Lo cierto es que muchas de las personas que recibieron la primera dosis no son llamadas a darse la segunda simplemente porque no llegan por demoras en la producción de las vacunas del segundo componente. Cabe aclarar que la vacuna rusa contra el coronavirus denominada Sputnik V es la única que se utiliza en Argentina con dos formulaciones distintas para la fabricación de las dosis.

Explicado de manera rápida, la primera dosis de Sputnik V trabaja con un vector viral llamado adenovirus humano 26 y la segunda con adenovirus humano 5. Son distintas. Nadie puede aplicarse dos vacunas del primer componente, ni dos del segundo componente o primero una vacuna del segundo componente y luego una del primero. El orden de las aplicaciones es vital si se quiere alcanzar la inmunidad del 94% que provee la Sputnik V.

El 30 de marzo pasado se produjo el último arribo de dosis de Sputnik V del segundo componente. El primero tuvo lugar el 16 de enero, con 300.000 vacunas. El 28 de ese mes llegaron otras 110.000 más, el 18 de febrero arribaron unas 188.800 y en marzo ingresaron las tres últimas tandas de la dosis que trabaja con adenovirus humano 5: el 2 llegaron 211.360; el 26, otras 200.000, y el 30 de marzo, unas 50.000.

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