Larroque enfatizó la gravedad de la situación económica y social actual en Argentina, instando a una respuesta coordinada y efectiva tanto a nivel provincial como nacional para mitigar los efectos adversos sobre la población más vulnerable.
Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, alertó sobre la grave situación económica y social que atraviesa Argentina bajo la gestión actual del Gobierno nacional. En una entrevista con Futurock, Larroque expresó su preocupación diciendo que «vamos rumbo a una tragedia en términos económicos y sociales».
El funcionario destacó que la principal inquietud entre la población es ahora la desocupación, subrayando la diferencia entre la lucha por la recomposición salarial y la urgencia por recuperar empleos perdidos en un contexto de deterioro del aparato productivo. Larroque hizo hincapié en que «esta realidad se palpa día a día en el aumento de la demanda en materia alimentaria».
Larroque también hizo referencia a la evolución de las preocupaciones sociales, señalando que mientras la inflación era la principal preocupación hasta el año pasado, ahora el desempleo ha tomado el primer plano. En cuanto a la respuesta desde la provincia, el ministro elogió la política social implementada por el gobernador Axel Kicillof, destacando especialmente las medidas alimentarias adoptadas para mitigar el impacto en los sectores más vulnerables.
«Ante eso, por supuesto que nosotros en la provincia, en la escala que nos corresponde porque la política macroeconómica la define el gobierno nacional, nosotros lo que ha definido Axel Kicillof es plantear la política social como opción y fundamentalmente la política alimentaria», afirmó Larroque.
En términos concretos, el ministro detalló recientes aumentos del 100% en los montos de los programas de acompañamiento alimentario, destinados a sectores excluidos de la Asignación Universal por Hijo (AUH), así como actualizaciones para personas con necesidades especiales como celíacos y quienes viven con VIH. Estas medidas se suman a un incremento significativo en la inversión alimentaria desde marzo, beneficiando a más de dos millones de niños y niñas a través de programas escolares y módulos de seguridad alimentaria extraordinarios.