El turismo argentino sufrió una notable caída del 64,3% durante el fin de semana largo del 17 de junio, según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En comparación con el año anterior, la cantidad de viajeros fue significativamente menor, lo que refleja un descenso en la actividad turística del país.
Durante este periodo, se movilizaron 802 mil personas, quienes gastaron un total de $81.464 millones en alimentos, bebidas, alojamiento, transporte, recreación y compras diversas. Este gasto promedio diario por turista fue de $50.788, lo que representa una disminución del 3,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior, ajustado por inflación. La estadía media también se redujo a 2 días, por debajo de lo habitual en un fin de semana de 3 días, que generalmente varía entre 2,2 y 2,5 días.
Desde la CAME explicaron que la disminución en la cantidad de viajeros se debe, en parte, a la diferencia en la duración del fin de semana largo en comparación con el año pasado. En 2023, el fin de semana tuvo una duración de 4 días, y no coincidía con otro feriado largo tan cercano, como el que se avecina entre el jueves 20 y el domingo 23 de junio.
El Día del Padre fue uno de los principales atractivos para este fin de semana, lo que llevó a que muchos turistas optaran por destinos cercanos y actividades familiares en lugar de viajes vacacionales más largos.
En lo que va del año, Argentina ha tenido tres fines de semana largos, durante los cuales se movilizaron 6,6 millones de personas y se gastaron $1.065.990 millones. Sin embargo, la caída del turismo internacional ha afectado el dinamismo de estos periodos, reduciendo la afluencia de visitantes extranjeros en comparación con meses anteriores.
La CAME destaca que, aunque el turismo internacional sigue presente, no alcanza las magnitudes observadas previamente, lo cual ha tenido un impacto significativo en la actividad turística nacional.