Ya comenzó a rondar en reuniones reservadas del peronismo bonaerense la idea de cambiar en la Legislatura la ley que impide la reelección indefinida de los intendentes de la provincia de Buenos Aires.
Según trascendidos, los intendentes del PJ buscarán llevarle la propuesta a Axel Kicillof si es que en la elección del 27 el ex ministro de Economía se impone frente a María Eugenia Vidal.
En 2023 debería entrar en vigencia la ley impulsada por la Gobernadora y el Frente Renovador y votada en 2016 en la Legislatura. Esa norma dispuso fin a las reelecciones indefinidas y solo permite que los intendentes puedan acceder a una reelección. Para eso se tomó como primer período de gobierno el iniciado en 2015, más allá de que algunos intendentes venían gobernando desde la década de los ’90.
Así, todos los intendentes que asumieron en 2015 y que en esta elección serán reelegidos deberán dar un paso al costado en 2023. Por supuesto, la mirada se posa en los distritos con mayor volumen electoral como los del Conurbano. Allí aparecen referentes importantes con varios años de mandato como Alejandro Granados (Ezeiza), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gustavo Posse (San Isidro).
Con el límite a las reelecciones vigente, a partir de diciembre, los referentes cercanos a los intendentes se lanzarán a una feroz competencia para ser los elegidos para la continuidad. Los alcaldes aseguran tener candidatos decididos para la sucesión. Sin embargo, ya sin el poder real del territorio, todos se exponen a una pérdida de poder inevitable.
Pero además, los intendentes preven -siempre y cuando gane la elección- un gobierno de ocho años de Kicillof en la provincia. El problema es que ellos -con fecha de salida en 2023- solo lo van a poder acompañar cuatro.