EL INGLÉS EN LA PANTALLA O LA PANTALLA DEL INGLÉS: ¿Por qué Macri quiere enseñar el idioma de forma remota?

Durante el debate presidencial, Mauricio Macri anunció como una gran medida en Educación que el gobierno va a ofrecer inglés desde Jardín de Infantes vía internet. Este proyecto no me sorprendió ya que hace tres años se lo escuché a un alto funcionario de la cartera educativa y a la persona que lo asesoraba en Lenguas Extranjeras. No es mi propósito aquí comparar esta idea con el Plan Ceibal en Uruguay, ni evaluar dicho Plan en el país hermano. Sin embargo, es recomendable leer sobre el mismo para poder tener una visión crítica de dicho proyecto porque guarda muchas similitudes con la propuesta del PRO.

A continuación, comparto una serie de reflexiones que, por cuestiones de organización en el análisis, preferí dividir en tres ejes.

Reflexiones en torno a lo lingüístico y cultural:

En primer lugar, cabe preguntarse si agregar años a la enseñanza del inglés va a traer mejores resultados per se. Quizás antes de sumar horas – y quitárselas a otros contenidos que son muy relevantes para el Nivel Inicial – sería de sentido común repensar junto a los colegas docentes de idiomas cómo se aborda la enseñanza de nuestra disciplina durante la escolaridad y proyectar cómo lograr que nuestros estudiantes obtengan mejores resultados en torno a sus capacidades comunicativas en Lengua Extranjera al finalizar su trayectoria escolar.

En segundo lugar, la propuesta contiene un presupuesto que no es discutido (pero es muy debatible): “la lengua extranjera (o mejor llamada lengua adicional) debería ser el inglés”. Esta aseveración subyacente al proyecto impulsado por el Presidente echa por tierra el pluriliguismo y da por sentado el valor (en todos los sentidos de esta palabra) de aprender inglés. ¿Por qué no otra/s lengua/s? ¿Qué hace que el Inglés tenga mayor preponderancia?

En tercer lugar, el proyecto se pone en tensión con las visiones actuales de la enseñanza de lenguas extranjeras, especialmente con uno de sus objetivos fundamentales: el desarrollo de la competencia intercultural. Cabría preguntarse si un docente enseñando, por ejemplo, desde la Ciudad en Buenos Aires puede tener el conocimiento contextual necesario para planificar clases que sean relevantes, interculturalmente hablando, para un alumno de Formosa. La enseñanza remota del inglés como propone el Presidente nos lleva necesariamente a una descontextualización de los saberes. Inclusive si hubiese un docente “de apoyo” en la sala en donde se “transmite” la clase, hay un profesor centralizador (a través de la pantalla) que termina siendo “todo terreno”, culturalmente hablando.

Reflexiones en torno a lo pedagógico:

Proponer enseñar inglés en Jardín de Infantes a través de una pantalla supone una doble ignorancia: por un lado, un desconocimiento de las estrategias didácticas específicas del Nivel Inicial para favorecer el aprendizaje de una Lengua Extranjera; por el otro, las características del sujeto del Nivel Inicial. Claramente, como hizo este gobierno con todas las decisiones que tomó en Educación, no consultó con especialistas o, si lo hizo, evidentemente, esos especialistas tienen cero experiencia directa en las aulas de idioma del Nivel Inicial.

Si el propósito es ofrecer clases “enlatadas”, debemos preocuparnos aún más. ¿Qué lugar se le da a la macro- y micro-contextualización de la enseñanza? ¿Puede una clase funcionar en todo contexto? Además, dada la virtualidad de la propuesta, me surgen las siguientes preguntas: ¿Qué tipo de vínculo se establece entre el docente y los estudiantes del Nivel Inicial con una pantalla en el medio? ¿Qué posibilidad de ajustar la planificación durante el proceso de enseñanza tendrá ese docente a la distancia, sin contacto directo con la comunidad educativa a la cual pertenece ese alumno? ¿Cómo podrá modificar sus propuestas didácticas en base a las diferentes trayectorias estudiantiles? No sé si hay respuestas. Mis convicciones me indican que el mundo necesita humanizar las prácticas educativas mas que estandarizarlas. Y este proyecto va en sentido contrario.

Reflexiones en torno a lo político:

Es importante comenzar este apartado destacando el impacto que esta medida tendría desde el punto de vista laboral para los trabajadores de la enseñanza de Lenguas Extranjeras. Para algunos puede parecer un tema menor. Seguramente para el Presidente lo sea. Pero esta Mcdonalización de lo educativo podría llevar a la pérdida de muchos puestos de trabajo de profesores de idioma que invirtieron muchos años en su formación. Profesores que se formaron con una orientación determinada, siempre considerando sus contextos locales.

Por otro lado, este tipo de proyectos suelen tener el aval de organismos internacionales como el Consejo Británico. Algunos ”expertos” locales con afinidad a dichos organismos ya han dicho en más de una ocasión que, a diferencia de Chile y Uruguay, Argentina no cuenta con un proyecto integral de Lenguas Extranjeras como, por ejemplo, el Plan Ceibal. Sería interesante poder desarrollar un Plan Integral (inclusive propongo que sea a nivel regional) pero sin la intervención extranjerizante de estos organismos que solo buscan imponer sus propias agendas e intereses.

Este proyecto de enseñar inglés de forma remota pareciera responder a una necesidad política-elctoralista, sin un reflejo real en lo educativo. Es decir, transforman el Inglés en una pantalla, porque aprovechan todos los discursos hegemónicos asociados al aprendizaje de esta lengua (“el inglés abre puertas”; “el inglés es la lengua que no une globalmente”; “el inglés da prestigio”) para convencer a una electorado que considera que el inglés, la robótica y la tecnología son temas de agenda urgentes en educación. Lamentablemente – y perdón que lo repita – es una gran pantalla. La educación argentina enfrenta desafíos muchos más prioritarios y más necesarios si queremos verdaderamente transformar a nuestro país en una sociedad con menos desigualdad y con oportunidades reales para todos sus ciudadanos.

Por Mariano Quinterno

Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *