Trinchera Federal

AXEL PÁRAMO Y EL LLANO EN LLAMAS
Por Luis Gotte

El actual gobierno solo conduce fracciones de una Provincia acorralada y moribunda. El modelo de gobierno centralista está agotado.

Buenos Ayres, sólo es una región para ser explotada por los grandes grupos económicos que se llevan nuestros recursos sin preguntar; patria despojada por extraños. Somos una región inmensamente rica, con una población cada vez más embrutecida y empobrecida, desesperada y desesperanzada. ¡Así la querían, así nos querían!

Nuestros dirigentes siguen esperando y creyendo que con un Plan Económico se salvan ellos y salvan a la Provincia.
Sin embargo, el problema no es económico. El problema bonaerense es de Organización política.

La economía es tan sólo un “dispositivo”, una herramienta, que se lo prepara para que cumpla una función determinada. Función que debe estar planificada estratégicamente desde la política. Para ello, debemos pensar qué modelo de Provincia queremos.

Primero comprendamos que la autodeterminación de los pueblos es un derecho limitado, nadie hace lo que quiere. Y segundo, debemos apreciar que el determinismo evolutivo nos indica que cada pueblo construye su propia montura para cabalgar los cambios que se suceden, que el hombre cree controlar, pero no es así. Ahora resolvamos.

Los bonaerenses no necesitamos de un Papa Noel o de Reyes Magos. El debate no es la coparticipación, aún. Nos urge una Conducción que planifique un PROYECTO Provincial, practicable y ejecutable, con decisión y voluntad política y llevado adelante por bonaerenses, a saber:

  1. Un FEDERALISMO de base MUNICIPAL, con reglas claras y de respeto entre el Estado Provincial y sus Gobiernos Municipales, que deberán acceder a un viejo derecho que les pertenece, como lo es la Autonomía plena, con sus Cartas Orgánicas y una serie de Institutos provinciales que ayuden al sostenimientos y consolidación de dichas autonomías, como ejemplo: el Instituto Municipalista Bonaerense.
  2. Un programa de poblamiento provincial, donde se comience a planificar políticamente la desconurbanización para repoblar la región surera bonaerense, con diseño de microemprendimientos y una fuerte y sostenida inversión en infraestructuras, principalmente ferroviaria. Para ello es necesario poner en marcha el Instituto de Poblamiento Bonaerense.
  3. Potenciar y reforzar el sistema federal de gobierno, lograr que se respete. El Estado Nacional debe emprender un proceso de DESUNITARIZACIÓN en su administración de poder. Y la Provincia de Buenos Ayres, ponerse los pantalones largos y hacer defensa del FEDERALISMO, sus Senadores entender que representan los intereses de su provincia y no del Frente política, al igual que los Diputados que tienen un mandato con su pueblo, y no con el Partido político que en definitiva solo es una herramienta electoral.

Es urgente que empecemos a visibilizar todas estas cuestiones entre nosotros, los de a pie, el paisano común, el militante que siente ese fuego interno, que es el llamado de la tierra y el pueblo y no por una ideología foránea. No es momento de plantear ideologismos, de armar roscas entre nacionalistas, de pensar en recuperar al peronismo o reinventar el radicalismo. Primero resolvamos sobre qué bases políticas reconstruiremos nuestros Movimientos de línea nacional, después de esta devastación socialdemócrata.

No permitamos que una ex senadora pampeana o un diputado santacruceño nos digan a los bonaerenses lo que debemos o podemos hacer con nuestra querida provincia o que el actual Gobernador porteño sentencie que solo sobre su cadáver acaecerá alguna transformación estructural en Buenos Ayres.

Como dice nuestro cantar surero, Omar Moreno Palacios “No hemos nacido culebras: los pampas no son serviles; conozco ciertos reptiles de alpargatas, despreciables, que se arrastran miserables y andan chimangueando el cielo: esos no son de tu suelo, Provincia de Buenos Aires…”

Es triste el mañana sin esperanzas, y oscuro el camino de la Patria si no hay luz en su pueblo. Pensemos a mediano y largo plazo como ORGULLOSOS bonaerenses: por un camino federal y municipal.

Luis Gotte
La pequeña trinchera

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