APORTES PARA UNA PROVINCIA FEDERAL

Por Luis Gotte

Las malas administraciones producen conflictos, y se administra incorrectamente cuando no hay organización. Sin organización, no se comprende y distingue la realidad y se resuelve mal. La Provincia de Buenos Ayres está pasando por su más profunda crisis histórica, que no es económica. Es política.

Se viene pensando en términos de minorías, como establece el nuevo manual de la Internacional Progresista. Sería válido, y aceptable, en un escenario donde el crecimiento y el desarrollo económico fueran constantes, donde las políticas básicas estuvieran resueltas. Con un escenario provincial más FEDERAL, con Gobiernos Municipales Autónomos y los pueblos organizados. Un gobierno con planificación centralizada, los aparatos del Estado menos burocratizados y más descentralizados y, toda esta estructura de poder político pensando y actuando de acuerdo a una mirada más filosófica y política del Hombre y del buen vivir, con dignidad y justicia.

Sin embargo la realidad es muy distinta. Todos conocemos la situación, y sabemos la verdad.

Por lo tanto, debemos trabajar en un nuevo proyecto de Provincia alternativo al centralismo político. Organizar a Buenos Ayres desde un programa de desarrollo y producción más humanista, que reconozca y garantice, no solo los derechos de nuestros paisanos con una clara conciencia de sus obligaciones, sino también los deberes de los grupos económicos para con nuestros pueblos.

Desde este punto de partida, se deberá propender a un marco interdisciplinario (incorporando las prácticas de la Sociología, la Economía, el Urbanismo, la Geografía, la Historia), y desde la conducción política, fundar un Modelo de Provincia Bonaerense. Que es más que sus ocho secciones electorales y sus electores. Es mucho más que Senadores, Diputados, Concejales.

Una Provincia Federal, que conozca sus fortalezas y debilidades, y pueda identificar así, ventajas y desventajas competitivas que resulten interesantes para el asentamiento de nuevas empresas o el desarrollo de micro emprendimientos; que tenga los reflejos para identificar potenciales amenazas, que puedan afectar al funcionamiento de un plan estratégico, como para generar las oportunidades, o descubrirlas, de nuevas inversiones económicas.

La finalidad buscada es que tanto los sectores económicos como la Conducción Política, puedan fijar objetivos (medibles y reales) y tomar decisiones trascendentales convenientes a ciertos parámetros pre-establecidos y que escapen a un modelo económico de producción y consumo que nos imponen, donde se privilegie los aportes filosóficos y políticos en la planificación, partiendo de un Hombre integral (cuerpo, alma y tierra), su relación con la naturaleza, la preservación del medio ambiente como sostén de nuestro futuro, aportando una mejor calidad de vida en equilibrio y armonía entre inversión y hábitat. En definitiva, construir comunidades amigables con el capital y éste con la naturaleza y, así evitar su destrucción.

Sin caer en cosmologías prehispánicas o en teorías eurocéntricas del espacio vital, debemos considerar la idea que la tierra es parte de la historia de nuestro pueblo bonaerense, es parte de nuestra comunidad que, no solo ha aportado a su conformación social, también nos ha dado identidad. Nuestro suelo, nuestra tierra, ya no debe ser vista como objeto de producción y explotación, sino como un ente en directa relación con nuestras vidas y nuestro acervo cultural. Lo que supone una ética diferente y con otros valores, los que se alejan del aporte eurooccidental en la que, los únicos que tienen dignidad son los seres humanos por estar gobernados por la razón.

Abogar por un desarrollo centrado en la Justicia Social, más que en las Teorías Económicas foráneas, impulsando una auténtica reflexión política-federal y el aporte de las Organizaciones Libres del Pueblo: la Iglesia, los movimientos sociales, intelectuales y académicos, líderes y gestores de las políticas públicas, podremos potenciar una unidad de acción en permanente movimiento. Que nos acerque, nos amigue y nos valore.

Plantearnos una organización FEDERAL con base en el Hombre y la tierra, es un camino válido para el cambio de paradigma que urge en nuestra Provincia, en un marco de colaboración y cooperación, para una buena y sana convivencia entre los bonaerenses, donde la palabra producción y desarrollo tengan un alcance filosófico y político decidida a construir una nueva forma de común unidad, en equilibrio y armonía con la naturaleza, y así alcanzar nuestros objetivos de Comunidad Organizada

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