Marcos Zalazar, de 26 años, y Franco de Bernardo, de 24, el lunes pasado sufrieron un ataque homóbico cuando fueron a desayunar al McDonalds, de Cordoba y Belgrano, en el barrio de Palermo, luego de una extensa jornada de trabajo.
Los jóvenes sufrieron golpes por parte de un jóven que «le molestó» que una de las víctimas le pidiera plata a su compañero porque no tenía, a lo que el agresor comenzó a decirles «muertos de hambre», «putos de mierda», de Bernardo le comenta a Zalazar «lo debe decir de envidioso» y el agresor va le tira un vaso de gaseosa y le pega un piña.
A lo que respecta a la seguridad del lugar no solo no hizo nada, sino que según las víctima los culpó a ellos y «chocó la mano» con el joven que propicionó la piña.
Ya en la mesa comiendo, el agresor vuelve hacia ellos, les sigue diciendo barbaridades y golpea con un objeto cortante, según Zalazar con unas llaves en sus nudillos, en la cara.
Los testigos al ver el hecho, llamaron a la ambulancia y las víctimas fueron trasladas hasta un hospital cercano, donde le dieron cuatro puntos de sutura.