En el día de ayer Joaquín Sabina estaba dando un recital en Madrid, cuando una luz lo encandiló y cayó en el Wizink Center de una altura de dos metros.
Se encuentra en la clínica Ruber Mirasierra, con una hematoma intracraneal a causa del golpe en la cabeza, lo que derivó en una cirugía de urgencia.
Luego de la caída, en el día de su cumpleaños número 71, salió al escenario para hablar con su público en silla de ruedas que lo empujaba su compañeros Joan Manuel Serrat, para mostrarles que estaba bien pero que se iba al hospital porque estaba con mucho dolor, por eso debía suspender el show.