El Gobierno argentino ha impulsado una serie de reformas a la Ley Nacional de Tránsito que cambiarán la manera en que se lleva a cabo la Verificación Técnica Vehicular (VTV). Estas reformas permitirán que los controles no solo se realicen en las plantas estatales, sino también en concesionarios y talleres mecánicos privados habilitados para ello. La iniciativa, que se encuentra dentro de la Ley Bases sancionada en junio de 2024, tiene como objetivo flexibilizar y descentralizar el proceso de verificación, ampliando las opciones disponibles para los conductores en todo el país.
Según lo estipulado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, el cambio será implementado a nivel nacional, pero cada provincia deberá adherir de manera voluntaria. Esto implica que en algunos lugares podrán habilitarse nuevos puntos de control, mientras que en otros, los establecimientos privados aún no podrán realizar la verificación técnica. El objetivo final es mejorar la accesibilidad y el servicio, reduciendo la necesidad de desplazarse grandes distancias para realizar la VTV.
No obstante, este cambio conlleva una serie de requisitos que los talleres y concesionarios deberán cumplir para poder ofrecer este servicio. Entre ellos, se destacan la necesidad de contar con equipos tecnológicos avanzados capaces de interconectarse con una red nacional. Esta infraestructura será clave para garantizar que los controles puedan realizarse con los estándares de calidad y seguridad requeridos, además de permitir el monitoreo en tiempo real de los procesos de verificación.
El proceso de verificación técnica en estos nuevos puntos de control no será sencillo, ya que los talleres deberán contar con herramientas específicas para realizar las revisiones necesarias, como alineadores, frenómetros, y sistemas de medición de gases de escape. Según los expertos, la inversión inicial para equipar un taller para ofrecer este servicio será de aproximadamente 100.000 dólares, una cifra considerable, pero necesaria para cumplir con los estándares técnicos establecidos.
El cambio también traerá consigo una digitalización del proceso. En lugar de la tradicional oblea, los conductores podrán acceder a la verificación a través de una aplicación como «Mi Argentina», lo que facilitará la validación del cumplimiento sin necesidad de documentos físicos. Esta medida tiene como objetivo agilizar los trámites y reducir el uso de recursos materiales, alineándose con las tendencias tecnológicas actuales.
Finalmente, la Ley Nacional de Tránsito especifica que los talleres habilitados deberán contar con personal capacitado y garantizar que todo el equipo esté correctamente calibrado para asegurar mediciones precisas. Esta medida busca asegurar la calidad y fiabilidad de las verificaciones, manteniendo altos estándares en la seguridad vehicular y en la reducción de emisiones contaminantes.
La implementación de estos cambios representa una transformación importante en el sistema de control vehicular del país, lo que promete hacer más eficiente el proceso de la VTV y facilitar el acceso a este servicio a una mayor cantidad de ciudadanos.