En medio de una creciente tensión con las universidades públicas, el presidente Javier Milei ha decidido intensificar el conflicto. A través de sus redes sociales, Milei retuiteó denuncias sobre supuestos «alumnos inventados» y salarios exorbitantes de los docentes universitarios, alimentando un discurso de desconfianza hacia el sistema educativo. Incluso compartió las cifras del economista José Luis Espert, quien afirmó que los profesores a tiempo completo ganan hasta dos millones de pesos al mes.
Esta postura ha generado una respuesta inmediata por parte de los rectores y gremios docentes, quienes aseguran que las afirmaciones del Gobierno son falsas. Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA, recordó que más del 60% de los trabajadores universitarios se encuentran por debajo de la línea de pobreza, con salarios que no alcanzan los 850 mil pesos. Además, denunció que la fuga de profesionales hacia universidades privadas o extranjeras es una realidad preocupante, con casos como el de la Facultad de Ciencias Veterinarias, donde ya han renunciado 48 profesores.
Por otro lado, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, avivó el fuego con una serie de tuits donde insistió en que muchas universidades inventan estudiantes para inflar sus cifras. No obstante, esta acusación fue refutada por varios actores del sistema educativo, como el decano de la Universidad Nacional de Quilmes, Rodolfo Pastore, quien calificó la estrategia del Gobierno como «insólita y falaz», apuntando a que el presupuesto universitario no depende de la cantidad de alumnos.
A pesar de los intentos del Gobierno por desviar el foco del debate, la Marcha Federal Universitaria de mañana se perfila como una nueva muestra de descontento masivo, donde miles de estudiantes, trabajadores y docentes expondrán la dura realidad de la educación pública en Argentina.
