La Izquierda Moviliza Masivamente en Plaza de Mayo: Una Marcha y un Punto de Inflexión

En un contundente acto de repudio a la dictadura militar que marcó un quiebre en la historia argentina, diversas organizaciones y partidos de izquierda se congregaron en Plaza de Mayo, conmemorando el 48 aniversario del golpe de Estado de 1976. Bajo el lema de «Encuentro Memoria, Verdad y Justicia», la movilización tomó un tono de rechazo al gobierno actual y sus políticas, encabezadas por el presidente Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, así como también hacia los gobernadores y el FMI.

En un documento conjunto, las voces de la izquierda proclamaron su compromiso de continuar la lucha hasta derrotar lo que consideran un plan de ajuste, entrega y represión. «¡Abajo el plan de ajuste, entrega y represión de Milei y los gobernadores!», fue uno de los gritos que resonaron en la plaza, exigiendo acciones concretas por parte de los sindicatos y organizaciones laborales para enfrentar las políticas gubernamentales.

A pesar de la ausencia de un acuerdo con los organismos de derechos humanos, la izquierda llevó a cabo su propio acto una vez que se despejó el espacio luego de la movilización anterior. En un gesto de unidad y determinación, los militantes de izquierda se mezclaron con la multitud presente, demostrando cohesión en sus demandas y objetivos.

Gabriel Solano del PO, uno de los líderes presentes en la concentración, describió la jornada como «un punto de inflexión en la resistencia del pueblo contra la política de Milei, Villarruel, Bullrich y todo el gobierno». Además, denunció los ataques y amenazas de muerte contra militantes, señalando el riesgo de la política represiva y el negacionismo por parte del gobierno.

La concentración comenzó en Avenida de Mayo y 9 de Julio, con miles de personas enarbolando las banderas del Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y diversas agrupaciones de derechos humanos y movimientos sociales de izquierda. Desde el escenario, los organizadores reafirmaron su compromiso con la liberación nacional y social, abogando por un gobierno de trabajadores y la búsqueda del socialismo.

En un cierre emotivo, se recordó a los 30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos, reafirmando el compromiso de nunca olvidar, perdonar ni reconciliarse. Mientras las banderas, mayormente de color rojo, ondeaban en el aire, los presentes clamaron: «¡Venceremos!».

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