El gobernador bonaerense Axel Kicillof acusó al gobierno nacional de perpetrar un «atraco» contra los jubilados al postergar los aumentos de los haberes jubilatorios hasta julio, mediante un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que, según sus palabras, «consolida una baja que en los hechos ya se produjo».
Kicillof no solo denunció esta medida como un duro golpe a los pensionados, sino que también confirmó contactos en la oposición para impulsar una nueva ley de movilidad jubilatoria en el Congreso. A pesar de las diferencias ideológicas, el gobernador resaltó que hay puntos de coincidencia en el tratamiento del tema de los jubilados.
«Nos cuesta ponernos de acuerdo pero hay puntos de coincidencia en el tema de los jubilados», enfatizó Kicillof, señalando la urgencia de encontrar una solución parlamentaria al retraso de los aumentos en los haberes jubilatorios.
Sin embargo, el mandatario provincial negó rotundamente que el Gobierno haya convocado a los gobernadores a una reunión sobre el tema, contradiciendo las afirmaciones del ministro del Interior, Guillermo Francos. Según Kicillof, ni él ni sus pares recibieron ningún llamado de convocatoria, aunque admitió que existen contactos a nivel ministerial entre su provincia y el gobierno nacional.
Este episodio agrega más incertidumbre a la ya tensa situación política, con acusaciones de atraco a los jubilados, discrepancias sobre la convocatoria a gobernadores y una urgente necesidad de consenso para abordar la delicada cuestión de la movilidad jubilatoria.
