Continúa la política de bonificaciones, pero congelados los haberes mínimos
El gobierno presidido por Javier Milei ha oficializado mediante el decreto 268/2024, publicado hoy en el Boletín Oficial, la implementación de un nuevo bono para los jubilados y pensionados que perciban haberes superiores a los 134.445 pesos. Este bono ascenderá a 70.000 pesos, manteniendo así el mismo nivel de ingresos en abril respecto a marzo. Sin embargo, esta medida ha generado controversia debido a que la inflación proyectada para este mes se sitúa por encima del 15 por ciento, lo que implica una nueva pérdida de poder adquisitivo para este sector.
Los beneficiarios del haber mínimo, que asciende a 134.445 pesos, continuarán recibiendo el bono de 70.000 pesos en abril, alcanzando así un total de 204.445 pesos en sus ingresos. No obstante, aquellos jubilados y pensionados cuyos ingresos sean inferiores a esta cifra pero superiores al haber mínimo, recibirán un bono proporcional con el fin de alcanzar dicho monto.
El presidente Milei ha defendido esta medida como parte de un plan integral para reducir gastos y alcanzar un superávit financiero en el primer bimestre del año. Sin embargo, críticos han señalado que el aumento acumulado en las jubilaciones desde diciembre apenas alcanza el 27,2 por ciento, mientras que la inflación estimada para el primer trimestre podría superar el 60 por ciento, lo que resulta en una pérdida significativa del poder adquisitivo de los jubilados y pensionados.
En declaraciones recientes, el presidente Milei ha argumentado que la situación económica del país no permite mayores incrementos en los haberes previsionales, y ha destacado que, según sus palabras, los jubilados son el segmento etario con menos índice de pobreza en Argentina. Además, ha hecho hincapié en que durante la gestión anterior, encabezada por Alberto Fernández, el valor de la jubilación mínima era de 80 dólares, mientras que en la actualidad ha aumentado a 200 dólares, lo que representa un incremento del 150 por ciento en términos de moneda estadounidense.
La licuación de los haberes previsionales, producto de la política de bonificaciones y aumentos inferiores a la inflación, continúa siendo motivo de debate en el ámbito político y social, mientras los jubilados y pensionados enfrentan las consecuencias de la erosión de sus ingresos frente al avance de los precios y la inflación.